La experiencia del despertar realizada en Aliciah es prueba de que cualquier forma de vida puede ser o una celda o un camino hacia la libertad. Ella estuvo encerrada en la cárcel del sufrimiento hasta que, el mismo dolor, la llevó a la liberación. El sufrimiento puede ser un gran aliado en el proceso de evolución y crecimiento, siempre que no luchemos contra él y aprendamos a soltarlo en el momento preciso.

La Sanación Silenciosa pone una semilla de quietud en cada ser humano que se abre a ella, y le muestra la completitud que es y que siempre ha sido. En ese espacio de unión con la Totalidad, la persona siente, consciente o inconscientemente, que su naturaleza primordial nunca se ve afectada por circunstancia alguna. Lo único estimable es el encuentro con su esencia. Ya somos lo que buscamos, el silencio simplemente nos lo muestra.